Organizado por la Secretaría de Ambiente de la Provincia de La Rioja conjuntamente con la organización nacional Aves Argentinas y el Club de Observadores de Aves – COA Chilecito, se desarrolló este lunes y martes, en el auditorio de la Fundación Bicentenario, el II Taller de Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre.
Desde la cartera ambiental provincial a cargo de Santiago Azulay destacaron la realización de este tipo de eventos que enriquecen el conocimiento, y así, ayudan en la preservación y cuidado del ambiente en todo su conjunto.
Durante las dos jornadas de trabajo, los especialistas de Ambiente, Aves Argentina y COA ahondaron sobre el tráfico ilegal de vida silvestre en nuestro territorio, el peligro potencial de las especies exóticas que se introducen en la región, las cadenas de tráfico nacional e internacional, la legislación vigente para la preservación de la fauna, estrategias y acciones de los organismos del Estado, la importancia de los actores locales y el trabajo en red. Además de las acciones y el rol de la gestión en el contexto, entre otros temas de interés.
También, los asistentes, entre ellos agentes de las fuerzas de seguridad y público en general, fueron instruidos sobre temas como biodiversidad, la diferencia entre especies domésticas, silvestres, autóctonas, exóticas y endémicas. Aquellas que están amenazadas y la razón de esas amenazas, categorías, listas rojas internacionales y nacionales y especies de valor para la conservación.
En este marco y haciendo hincapié en la importancia de comprometer a los ciudadanos en la erradicación de conductas culturales perjudiciales para la naturaleza, pero fuertemente arraigadas en la cultura popular, como el trampeo y la caza.
También se brindó un espacio donde se dieron las pautas para la realización de primeros auxilios y rehabilitación de fauna, a fin de que, ante el hallazgo de un animal en situación de riesgo de vida, se pueda no solo dar aviso a las autoridades competentes, sino también ayudar, en caso de ser posible al animal con el objetivo de aumentar las probabilidades de vida del animal herido.