La Organización Mundial de la Salud se expresó luego de que en Nueva Zelanda advirtieran que una partida de carne congelada pudo haber causado un rebrote. En China, detectaron el virus en paquetes de mariscos importados.
Un nuevo alerta sobre la transmisión del coronavirus alertó a distintos países y a la Organización Mundial de la Salud. En Shenzen, China, encontraron Covid-19 en paquetes de alitas de pollo importadas de Brasil. Lo mismo sucedió en la ciudad portuaria de Yantai, donde hallaron coronavirus en envoltorios de mariscos importados de Dalian, al noroeste de China.
Ese mismo país cerró el comercio de camarones de Ecuador, luego de encontrar el virus en el empaque. Otro país que entró en alerta fue Nueva Zelanda, donde tras 102 días sin infecciones, se generó un nuevo foco de contagio y se sospecha que pudo ser por un lote de carne congelada.
Frente a estos casos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. aclararon que la posibilidad de contraer el virus a través de los alimentos es baja, diferenciando el riesgo de su consumo con el riesgo de que el virus permanezca en las superficies.
«No creemos que el coronavirus pueda transmitirse a través de alimentos. Si lo hemos entendido bien, China buscó el virus en envoltorios, lo comprobó con centenares de miles y solo lo encontró en muy pocos, menos de diez dieron positivo. Sabemos que puede quedar en la superficie durante un tiempo, por lo que hemos dado indicaciones, a través de la FAO (la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) para que los trabajadores del sector alimentario se encuentren en seguridad en su entorno de trabajo», explicó la científica Maria Van Kerkhove, responsable de la unidad de enfermedades emergentes de la OMS.
«Hasta la fecha, no hay evidencia de que los virus que causan enfermedades respiratorias se transmitan a través de los alimentos o el empaque de los alimentos. Los coronavirus no pueden multiplicarse en los alimentos; necesitan un huésped animal o humano para multiplicarse«, agregaron desde la OMS.
«Es muy poco probable que las personas puedan contraer Covid-19 a partir de alimentos o envases de alimentos. Es muy bajo el riesgo de infección por el virus de los productos alimenticios, los envases de alimentos o las bolsas», concluyeron.
Nueva Zelanda
El director general de Salud de Nueva Zelanda, Ashley Bloomfield, contó que están investigando cómo se contagiaron los miembros de una familia que no viajaron al exterior.
Una de esas personas trabaja en el centro de refrigeración de alimentos de Auckland, por lo que examinarán ese lugar. «No hemos tenido transmisión local por un buen tiempo pero sabemos que el virus puede sobrevivir en ambientes refrigerados por mucho tiempo. Estamos trabajando duramente para encajar las piezas de este rompecabezas para saber cómo se infectó esta familia«, comentó.
Ante el brote en Wuhan, China aumentó el control de los alimentos importados, por lo que, para todo el mundo, es un momento peculiar para el comercio exterior de alimentos.
La crisis del sector se da en el marco de un acuerdo entre China y Argentina para instalar en el norte del país granjas industriales de cerdos. La inversión de 2.700 millones de dólares haría duplicar la producción local de chanchos para luego ser exportados al país asiático, lo que generó un fuerte rechazo de movimientos sociales y ambientales por el posible impacto en la naturaleza y los territorios, así como en la salud pública. «No queremos convertirnos en una fábrica de nuevos virus», sentenciaron la socióloga Maristella Svampa, la periodista Soledad Barruti, la ensayista Beatriz Sarlo y otros referentes en una carta.