La Municipalidad de la Capital recibió con agrado la reunión que mantuvieron ayer funcionarios provinciales con la empresa ganadora de la licitación para la ejecución del proyecto de remodelación del área central de la ciudad.
La propuesta fue elaborada íntegramente pos los equipos técnicos de la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad durante los últimos años y estaba demorado porque el financiamiento requería un acuerdo entre Municipio y Provincia debido a la inversión de más de 500 millones de pesos que demanda la obra, que serán aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial.
En tal sentido, el año pasado se realizaron dos importantes avances. El primero, en junio de 2020, fue la firma de convenio entre la intendenta Inés Brizuela y Doria y el gobernador Ricardo Quintela para que el proyecto fuera incluido dentro de las obras que financiará el gobierno nacional, acto que fue refrendado posteriormente con la visita del presidente de la Nación Alberto Fernández. Y el segundo, en octubre 2020, fue la participación en la audiencia con los equipos técnicos del Ministerio de Infraestructura y Transporte de la provincia, encabezada por el ministro Juan Velárdez, en la que se explicaron detalles del proyecto.
La obra tiene como objetivo crear un eje cultural y comercial sobre calle Pelagio B. Luna, uniendo el Paseo Cultural Castro Barros con el Pueblo Cultural, transformando este tramo de la calle, de seis cuadras, en una vía vehicular restringida, calle de 30 km/h, con prioridad de uso peatonal, con un solo nivel y pavimento adoquinado general, en la que se delimitan las distintas sendas de circulación con guardas, arbolado, iluminación y equipamiento urbano.
También generará el un eje religioso, transversal al primero, sobre calle 25 de Mayo, desde la iglesia de San Francisco hasta la Iglesia Catedral, recuperando el “Camino del Tinkunaco”, con una intervención que vuelva a permitir la procesión entre ambas iglesias. Por ello se Incluye una modificación del carácter actual de estas tres cuadras en solados, iluminación, demarcación y apertura de la vía peatonal central, para permitir el Acto religioso, hoy imposibilitado por las sucesivas intervenciones en la vía.
Además, se agrega la construcción de los desagües pluviales del área central de la ciudad, hoy inexistentes lo que genera inundaciones recurrentes en la época de lluvias. El proyecto prevé que las aguas de lluvia sean guiadas hasta el receptor final que es el Rio Tajamar. La longitud total de los desagües pluviales proyectados es de 2669 mts.
Se propone mejoras bajo superficie o subterráneas, como el ordenamiento y soterramiento de todo el cableado en las 9 cuadras de la intervención. Y se prevé la renovación de las redes existentes de agua y cloacas, que son las más antiguas de la ciudad.
En la oportunidad la intendenta expresó que “estas son las cosas que pasan cuando uno recurre al dialogo, entendimiento y al respeto institucional, esto va a ser muy bueno para La Rioja”. Además agregó que se trata de una obra “que le va a cambiar absolutamente la cara al casco céntrico y que va a poner en valor el patrimonio histórico, cultural y que nos va a permitir tener una ciudad moderna, sostenible y accesible por la que trabajamos”. En tanto la secretaria de Obras Públicas, Silvia Salzwedel remarcó la transcendencia que tendrá esta obra “son cosas esenciales y necesarias para tener una ciudad funcional a la nueva realidad, que otorgue mejores condiciones”.