Abel Córdoba arrancó su alegato afirmando que “la hipótesis central sobre la maniobra de lavado se encuentra acreditada con suficiencia”
El fiscal Abel Córdoba arrancó hoy su alegato en el juicio de la “ruta del dinero K” adelantando que pedirá penas sobre la mayoría de los acusados, a excepción de ocho de los acusados. Eso incluye a Lázaro Báez, al abogado Jorge Chueco, Daniel Pérez Gadín, entre otros. Además, dijo “la hipótesis central sobre la maniobra de lavado se encuentra acreditada con suficiencia, con certeza y con una contundencia inédita”.
En su alegato a través de la aplicación Zoom, Córdoba destacó la investigación que llevó adelante el juez Sebastián Casanello. Dijo que lo hizo “en un contexto complejo” y que tuvo que “sufrir acusaciones durísimas del propio Lazaro Báez. “Acusó al juez de hechos falsos, fue un embate inescrupuloso de Lázaro Báez”, lanzó.
Sobre la maniobra de lavado, el fiscal aseguró que llegó a totalizar la suma de USD 54.872.875, y sostuvo que “los acusados han consumado delitos en las narices del tribunal, delitos de la misma naturaleza”.
Córdoba detalló los cambios en la defensa de Báez a lo largo del juicio: “Comienza negando todo. Cuando aparece la prueba, admite que estaban pero no eran ilícitos y asume la propiedad de los fondos. Cuando los fondos son ilícitos, no hay motivación valida”.
Ayer, en la primera audiencia luego del receso por la cuarentena, la Oficina Anticorrupción pidió una pena de 8 años y 6 meses de prisión para Lázaro Báez. El empresario ya acumulaba dos pedidos de penas de 9 y 8 años de cárcel de las otras dos querellas. Los abogados de la OA también pidieron penas para los cuatro hijos de Báez, para el abogado Jorge Chueco (7 años y 6 meses), actualmente en libertad, y Daniel Pérez Gadin, una pieza clave en la estructura de Báez (a 7 años y 6 meses).
En el caso de Leonardo Fariña, los abogados de la OA destacaron su rol como arrepentido y solicitaron una pena de apenas 3 años. “Los aportes de Fariña han contribuido a comprobar los hechos de lavado”, destacaron los letrados.